La resiembra otoñal de césped en jardines y campos deportivos

La resiembra otoñal de césped en jardines y campos deportivos

En las regiones del país de donde hay mucha diferencia de temperatura entre el verano y el invierno (centro y norte), con la llegada de los primeros días frescos del otoño, los amantes  del césped, debemos comenzar a pensar en realizar la resiembra otoñal.

En qué consiste la resiembra otoñal?

La resiembra otoñal se realiza en las carpetas de cesped que tienen como base especies de ciclo primavero-estival de textura fina (Kikuyo, Bermuda) las cuales en invierno entran en dormición y sus partes aéreas se secan.  Consiste en la siembra de semillas de especies de ciclo otoño-invernal. En superficies de uso deportivo como canchas de Fútbol, Rugby y Golf es una práctica casi obligatoria para garantizar el óptimo estado del campo de juego todo el año. En parques residenciales, es una decisión del propietario en función de los usos que le da a su jardín y de cómo quiere que se vea a lo largo de la época más fría.

Cuáles son los beneficios de realizar la resiembra otoñal?

  • Mantener el jardín verde todo el año.
  • Prevenir el avance de malezas en invierno y primavera.
  • Proteger al césped base del pisoteo.

Cuando debemos realizar la resiembra?

A fines de febrero o principios de marzo, cuando las temperaturas medias bajan los 25º C resulta ideal, pero en la práctica se puede resembrar durante todo el otoño e inclusive en invierno. La velocidad de germinación (entre 5 y 15 días) no será la misma a principios del otoño que en los días más fríos, pero sin importar cuando se haya hecho la resiembra, con los primeros calores las especies anuales y más cerca del verano las especies perennes, comenzarán a morirse.

Con qué semilla debemos resembrar nuestro césped?

Las especies ideales para resembrar son las popularmente conocidas como Rye Grass, que se destacan de las demás por su alta tasa y velocidad de germinación, su bajo precio y la gran cantidad de variedades disponibles que se adaptan a las necesidades particulares de cada carpeta. Dentro de los “Rye Grass” hay dos especies y muchas variedades. El Rye Grass anual (Lollium moltiflorum), es una especie que en un año germina, crece, se reproduce y muere. El Rye Grass perenne (Lollium perenne), en los meses cálidos entra en dormición y al otoño siguiente, vuelve a brotar. En el transcurso de los últimos años se han desarrollado variedades de ambas especies logrando cubrir todas las necesidades del mercado. Podemos destacar las siguientes:

  • Rye grass Estanzuela: es la variedad más económica, siendo la más demandada en jardines domiciliarios. Es un Rye Grass anual que se caracteriza por su color verde claro, gran velocidad de germinación y crecimiento, adaptación a cortes superiores a los 40mm y poca tolerancia al calor.
  • Rye grass Landscapers II: es una variedad anual desarrollada especialmente para sembrar en parques y jardines de alto transito. A diferencia del Estanzuela, tienen una tasa de crecimiento más lenta y tolera cortes más bajos (25mm). Su color es más oscuro integrándose mejor con el césped de base. Tiene poca tolerancia al calor.
  • Rye Grass Augusta: es una variedad perenne desarrollada para ser utilizada en campos de Golf y en canchas de Rugby y Fútbol. De un color verde oscuro, se adapta muy bien a cortes bajos (menos de 20mm). Siempre y cuando cuente con una buena provisión de agua, puede mantenerse viva hasta diciembre logrando una perfecta transición con el césped de base.
  • Rye Grass Excell I: la empresa Picasso SA todos los años realiza una selección de los mejores variedades de Rye Grass perenne tipo turf type cultivadas en Estados Unidos para hacer esta mezcla. Al igual que el Augusta, esta mezcla se adapta muy bien a los cortes bajos (por debajo de los 20 mm), pero al tratarse de una mezcla se podemos lograr un rendimiento mejor en cuanto a desarrollo y adaptación a las diferentes condiciones del espacio.

Cómo debemos realizar la resiembra?

Echando las semillas al voleo o con una máquina sembradora sobre el césped preexistente y pasando una llana para garantizar que las semillas queden en contacto con el suelo. Una vez realizado esto, tendremos que regar diariamente hasta que germinen las semillas.

En campos deportivos se suele complementar la resiembra otoñal  al corte vertical . Una vez realizado el mismo, arrojamos  las semillas de forma pareja y uniforme en todo el terreno y luego las tapamos con una fina capa de arena o tierra negra (top dressing). Para lograr una distribución pareja de las semillas, el uso de máquinas sembradoras es necesario, hay modelos de empuje o de arrastre. Completadas estas tres tareas, se comienza a regar. El primer riego debe ser intenso y los días siguientes se deben realizar riegos cortos con el fin de mantener húmeda la tierra hasta que veamos que las semillas han germinado. A partir de ese entonces los riegos deberán ser lo más espaciados posibles, haciéndolos sólo cuando se vea que la tierra se ha secado.

A la semana de haber resembrado necesitamos aplicar un fertilizante rico en nitrógeno y fósforo,  como el fosfato diamónico (a razón de 1,5kg cada 100 metros cuadrados), con el propósito de aumentar la velocidad de crecimiento y un buen desarrollo de las plantas. El primer corte lo realizaremos cuando el césped alcance entre 50 y 80 milímetros de largo. No es aconsejable cortar más de un tercio de altura tanto en el primer corte como en los subsiguientes.

El mantenimiento del césped resembrado.

Una carpeta de césped resembrado requiere algunas prácticas para conservarlo en óptimas condiciones a los largo de todo el invierno:

  • Corte semanal. La altura de corte va a depender de la variedad o especie seleccionada, variando entre 15mm y 40mm.
  • Riegos espaciados e intensos. Debemos tener en cuenta que en invierno la tasa de evaporación es mucho menor que en verano, por lo tanto el suelo se conserva húmedo por mucho más tiempo. Generalmente en los suelos arcillosos con las lluvias es suficiente agua, pero en los suelos arenosos de los campos deportivos suele ser necesario regar.
  • Fertilización periódica. Además de la aplicación de fosfato diamónico a los pocos días de hecha la resiembra, será necesario aplicar fertilizante cada 45 días. El nitrofoska es una opción muy completa que cubre todas las necesidades de las plantas. El floranid permanent es otra opción que, al tratarse de un fertilizante de disolución lenta, en una aplicación nos garantizará una correcta nutrición a lo largo de todo el invierno.

 

En conclusión, si queremos conservar nuestro césped verde y sano todo el año, la resiembra es un eslabón fundamental para lograrlo.

  • La resiembra se debe realizar a finales del verano o comienzos del otoño. Se puede sembrar directamente al voleo o bien entre el corte vertical y el top dressing.
  • Existen diversas variedades de semillas para la resiembra que se pueden elegir en función del uso del césped (deportivo o residencial) y del presupuesto disponible. Se pueden usar variedades puras o mezcladas.
  • El corte regular, la fertilización estratégica y el riego a conciencia serán claves para lograr el mejor resultado.