Cultivar césped en sombra

Cultivar césped en sombra

Muchas veces nos sucede que queremos tener un jardín con un césped perfecto y nos preguntamos qué tenemos que hacer para lograrlo. Si las condiciones son las ideales, el objetivo no es muy difícil siempre y cuando estemos dispuestos a darle el mantenimiento necesario. Pero cuando hay alguna limitación, la situación es diferente. Teniendo pocas horas o nada de sol directo, lograr una buena carpeta cespitosa es todo un desafío. Es posible? Sí, pero hay algunos aspectos que debemos tener en cuenta para lograrlo.

 

En qué nos afecta la escasez  o falta de luz solar directa?

Todas las plantas convierten a través de la fotosíntesis la luz en alimento. La calidad de la luz no es la misma si esta proviene directamente del sol o si fue filtrada por la copa de los árboles o bien reflejada por el entorno. Ante estas condiciones las plantas reaccionan de distinta manera. Las especies adaptadas a vivir con sol directo no soportan la escasez del mismo y se mueren o tienen una tasa de crecimiento muy baja, pero hay otras que están adaptadas. Todas las plantas que en la naturaleza crecen en los estratos inferiores de montes, bosques y selvas pueden crecer sin recibir la luz directa de los rayos del sol.

A lo largo de los años los productores han seleccionado plantas cespitosas que cumplen con estas características destacándose tres especies:

  • Festuca arundinacea y Festuca rubrason gramíneas de hojas acintadas de textura fina y color verde oscuro que crecen en forma de roseta (la planta va aumentando su diámetro con el correr de los años pero no se expande hacia los costados). Se adaptan a todo tipo de suelos, inclusive los salinos. Toleran tanto sequías prolongadas como inundaciones temporales.  Resisten las altas temperaturas del verano. La F.rubra se adapta mejor a los cortes bajos (4cm) que la arundinacia. Pueden ser cultivadas juntas o separadas. Al cultivarlas juntas podremos lograr una carpeta que se adapte mejor a las variaciones del terreno.
  • Dichondra repensconocida vulgarmente como “Oreja de ratón”. Tiene hojas redondeadas, textura media gruesa y crece en forma de estolones (la planta crece expandiéndose hacia los laterales). También es de color verde oscuro. Requiere suelos húmedos y bien drenados. Se adapta muy bien a cortes bajos y generalmente se la cultiva sola.

 

 

 

Que estas especies sean las utilizadas en la mayoría de las carpetas cespitosas no quiere decir que sean las únicas plantas que crecen en estas condiciones ni que su cultivo sea sencillo.

Tenemos que estar muy atentos a muchos factores para lograr el mejor césped:

  • Velocidad de crecimiento de las plantas:

La tasa de crecimiento en lugares de poca luz solar directa es muy baja, esto incide directamente en la frecuencia de riego y de corte que serán menores que a pleno sol. En la media sombra o sombra, la tasa de evapotransipiración es relativamente baja, y es por esto que el agua permanece mucho más tiempo en el suelo que en los espacios a pleno sol. Si nos excedemos con el riego corremos el riesgo de que aparezcan algas y musgos que compitan con las especies que deseamos cultivar, hongos y bacterias que afecten el desarrollo y que las condiciones del suelo vayan cambiando y afecten la correcta nutrición de las plantas.

  • Pisoteo

Al crecer más lento que a pleno sol, las especies cultivadas a media sobra o sombra, tardan mucho tiempo en recuperarse del pisoteo intenso. Por eso, tenemos que limitar es uso de estos espacios y regularlo a sus posibilidades. Si sabemos que el espacio va a ser pisoteado intensamente, tenemos que recurrir a otras alternativas.

  • Árboles

En la mayoría de los casos, estas condiciones de sombra o media sombra se dan bajo la copa de los árboles. Tenemos que estar muy atentos al barrido de las hojas que vayan cayendo, ya que estas afectarán aun más a las condiciones limitadas de luz. Las raíces de los árboles también suelen competir por recursos como el agua y los nutrientes con las raíces del césped, lo cual nos exige a prestar atención a la humedad y fertilidad de suelo constantemente.

  • Competencia

En estas condiciones, como también sucede a pleno sol, las malezas están a la orden del día. Tenemos que prestar atención a detectarlas y extraerlas rápidamente para que no se desarrollen y afecten a nuestro cultivo.

  • Altura de corte

Generalmente la altura de corte es de cinco a nueve centímetros, más alta que a pleno sol. Cortes más bajos afectan directamente en la superficie de absorción de luz y no le permiten a la planta crecer bien.

 

Si no estamos dispuestos, no nos tenemos confianza para mantener una carpeta cespitosa o bien no están dadas las condiciones, existen otras opciones para cubrir el suelo:

Materiales sintéticos o inertes

  • Piedra partida

Esta es una opción interesante para espacios muy transitados ya que no se deteriora, no requiere de mucho mantenimiento y es económico. En función del color de la piedra que instalemos lograremos distintos efectos. La piedra partida blanca es una alternativa muy interesante ya que refleja toda la luz y jerarquiza estos espacios.

 

  • Césped sintético

En la actualidad se pueden obtener carpetas sintéticas de excelente calidad, muy realistas, que sólo vamos a notar que no es un césped verdadero cuando estemos sobre la misma carpeta. Es una opción costosa, no sólo por el material sino porque la nivelación previa debe ser muy cuidadosa para que no quede desprolija. En espacios muy transitados o que serán utilizados para actividades recreativas vale la pena tenerla como opción.

Materiales vivos:

  • Plantas cubresuelos:

Si los espacios no son transitados, este tipo de plantas son una opción muy interesante. Suelen ser utilizadas no sólo con fines ornamentales, sino también para evitar la erosión de los suelos, ya que sus raíces mantienen la estructura de los mismos. Existen muchas opciones destacándose las hiedras, vincas y el pasto inglés. Su mantenimiento es mínimo comparado con el césped.

 

  • Chips de madera:

Pueden aplicarse solos o junto  a las plantas cubresuelos. Un mantillo de este material evita la erosión y compactación superficial, ayuda a conservar por más tiempo la humedad del suelo, aporta nutrientes a medida que se va descomponiendo y reduce el crecimiento y desarrollo de malezas.