
04 Nov Fertilizantes y enmiendas
Todos queremos que nuestro jardín luzca de la mejor manera posible y si es necesario agregarle “algo que ayude”, estamos dispuestos a hacerlo. En el mercado existen muchísimos productos que podrían servir, pero antes tenemos que entender sobre su función y en qué momento se los deben usar.
Los jardines son sistemas complejos en el que las plantas interactúan con otros seres vivos, el clima, y las condiciones que le imponen sus usuarios. La energía la toman del sol, el agua y los nutrientes los toman principalmente del suelo. Este suelo también es un sistema muy complejo, en el que diferentes partículas (arenas, limos, arcillas y materia orgánica) interactúan con el agua, el aire, pequeños seres vivos y las raíces de las plantas. Tan complejos son que podemos decir que cada suelo es distinto, y por lo tanto la relación con las plantas también lo será.
A modo de ejemplo, te contamos que hay suelos que están llenos de nutrientes, pero que los retienen con tanta fuerza que las plantas no los pueden tomar; mientras que existen suelos que no tienen nada de nutrientes, pero son tan permeables, que cuando llueve los nutrientes que trae la lluvia quedan inmediatamente disponibles para las plantas.
Cada variable que caracteriza a un suelo, puede ser medida o interpretada y en función de los resultados obtengamos, vamos a saber qué es lo mejor para nuestro suelo y por lo tanto para nuestras plantas. Te mostramos las más importantes:
Composición: como generalidad, podemos decir que la parte del suelo que interactúa con las plantas tiene cuatro componentes: arenas, limos, arcillas y materia orgánica. Los porcentajes de cada componente nos dan una idea bastante precisa de las características generales del suelo. Los suelos arcillosos tienen muchos nutrientes, pero suelen ser muy duros, mientras que los suelos arenosos son muy porosos pero tienen pocos nutrientes. A los suelos que tienen un porcentaje equilibrado de cada componente se los llama francos y suelen ser los mejores para el cultivo de las plantas.
Conductividad y PH: La planta absorbe sus nutrientes a través de las raíces en forma de sales. El agua va de donde hay menos sales hacia donde hay más para equilibrar el sistema. En el suelo se forman partículas y estas tienden a combinarse con el agua y las sales conformando un sistema coloidal. La cantidad de sales que hay en estas partículas está asociada a la conductividad. Las características predominantes de estas sales se manifiestan con el PH que mide la concentración de sales alcalinas o ácidas en la solución del suelo. Si la conductividad es baja o nula, quiere decir que no hay sales y por lo tanto, nutrientes disponibles para las plantas. Si la conductividad es muy alta, quiere decir que el suelo está lleno de sales y el agua se va a ir de las plantas hacia el suelo. Si el PH es alto quiere decir que el suelo es alcalino, y si es bajo, ácido. La mayoría de las plantas están adaptadas a vivir en suelos neutros o levemente ácidos.
Saturación: el espacio poroso que queda entre las partículas puede estar ocupado por aire o por agua, el porcentaje de agua en esos espacios es la saturación del suelo. Las plantas, al igual que gran parte de los seres vivos necesitan aire para vivir y este lo toman del entorno, por eso es muy importante que entre riego y riego dejemos pasar unos días para que entre aire al suelo. Si las partículas del suelo son muy grandes, el espacio poroso será mayor y el agua va a drenar con mayor facilidad, si las partículas son muy chicas el espacio poroso será menor y el agua va a drenar con menos facilidad. Son pocas las plantas de jardín que están adaptadas a vivir en suelos llenos de agua.
Si entendemos estos conceptos vamos a poder entender para qué sirven los fertilizantes y para qué las enmiendas.
FERTILIZANTES
Los fertilizantes ponen a disposición de la planta los nutrientes que necesita para crecer, reproducirse y resistir las condiciones climáticas adversas. Hay muchos tipos de fertilizantes. Vamos a ver algunos:
- Granulados
- Liberación rápida: se aplican al voleo y sus nutrientes están disponibles para la planta con la siguiente precipitación (lluvia o riego). Su uso excesivo es muy perjudicial. No hay que aplicarlos en épocas de sequías ya que tienden a secar aún más al suelo y a la planta. Suelen ser más económicos. Ejemplos: urea, triple 15, fosfato diamónico.
- Liberación lenta: usan tecnologías que permiten ir entrando lentamente al sistema del suelo. Generalmente, con una sola aplicación se cubre toda la temporada de crecimiento. Ejemplos: Novatec, Basacote, Floranid Permanent.
- Líquidos y polvos solubles
ENMIENDAS
Las enmiendas se usan para cambiar alguna de las propiedades del suelo. Generalmente no aportan nutrientes directamente, pero sí mejoran las condiciones del suelo para que los mismos estén disponibles para las plantas.
A continuación te presentamos algunos de los más utilizados:
- Humus de lombriz: mejora la estructura del suelo, y el porcentaje de materia orgánica del mismo. A medida que esta se va descomponiendo va liberando nutrientes que quedan disponibles para las plantas. Se usa mucho para mejorar la tierra de los canteros y el césped (mediante top dressing).
- Compost: muy similar al humus, pero con alto contenido de material vegetal en descomposición.
- Yeso agrícola: más allá del aporte de micronutrientes como calcio, su principal función es “lavar” el exceso de sales del suelo, bajando su PH y cooperando así a recuperar la estructura y mejorar la disponibilidad de nutrientes esenciales para las plantas. Se suele aplicar en suelos muy alcalinos, o donde el agua de riego tiene una alta concentración de sales alcalinas (como el sodio) para que los riegos sean más eficientes.
- Sulfato de hierro: al igual que el yeso, se usa para “lavar” el exceso de sales y también aporta nutrientes esenciales como el azufre y el hierro. Suele aplicarse en suelos alcalinos donde se estén cultivando plantas con alto requerimiento de hierro como la grama bahiana, azaleas y hortensias.
- Polímero de retención de agua: comercialmente conocido como Hidrogel, este polímero es un gran aporte para suelos con baja capacidad de retención de agua o en lugares donde las precipitaciones son escasas. Se caracteriza por retener gran cantidad de agua para ir liberándola al suelo lentamente. Muy recomendable para utilizar en macetas que se secan muy rápidamente.
- Sulfato de Cobre: se lo utiliza desde hace muchos años (desde el siglo IV a.c.) para el control de hongos, insectos y otros depredadores de las plantas productivas, ya que es tóxico para hongos e insectos pero no para las plantas.
La aplicación de los fertilizantes y las enmiendas no debería ser una tarea sistemática, antes de hacerlo es recomendable tener en cuenta estos puntos:
- Observar el estado general de nuestras plantas
- Asesorarse correctamente sobre los productos que debemos utilizar
- Informarse sobre las dosis y frecuencia de las aplicaciones a realizar
- Prever las condiciones climáticas necesarias para la obtención de los mejores resultados
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