La historia de Jorge Clément

La historia de Jorge Clément

La historia de Jorge Clément, jardinero desde siempre, padre de nuestro fundador y director Gastón, y asesor de La Rural Semillería durante años.

Como Ingeniero Agrónomo, su primer trabajo fué en el Banco Nación época de la cual recordaba infinidad de anécdotas recorriendo Chacras del Valle del Río Negro junto con el Ing. Raúl Picasso, con quien tuvo una gran amistad. Luego colaboro con el Sr. Guillermo Van Heden quién vino de Bélgica para fundar lo que es hoy Vivero Van Heden, 6 generaciones de viveristas. Para obtener mercadería de rápida venta cultivaban Dahlias, estas solían variar en su coloración por ataque de virus, entonces con su patrón, Don Guillermo, bautizaban las nuevas variedades con ayuda de una guía telefónica de la ciudad de Bruselas, por ejemplo «la vieja señora Van Woeters»…

Luego incursionó en confección de los llamados «montes» de Estancias, eran épocas en que se hacían pequeños bosques de 2 ó 3 hectareas con el fin de dar sombra a la hacienda. Esos recorridos por las estancias lo llevó a observar la necesidad que existía por semillas de variedades forrajeras. Fundó su propia firma dedicada a la importación, acondicionamiento y venta de estas semillas. También incursionó en la comercialización, acopio y exportación de cereales

Al jubilarse, Jorge empezó a trabajar cada día en su proyecto personal: su jardín.

Con la misma pasión que había puesto en estancias, campos y viveros, y la dedicación total por sus plantas y flores.

Durante años, Jorge estuvo presente en @laruralsemilleria acompañando a su hijo Gastón en el desarrollo de su proyecto personal, aportando todo su conocimiento y experiencia y compartiendo sus consejos y anécdotas a nuestros empleados y clientes. Recibía frecuentemente visita de amigos cómo Alejo Lopez Lecube y el Boy Ball, con quienes intercambiaban charlas sobre la vida en la vejez… charlas la mayoría de las veces desopilantes!!

En diciembre pasado Jorge falleció a los 94 años, y hoy queremos hacerle este pequeño homenaje.

Porque siempre nos va a seguir inspirando.

¡Gracias, Jorge!