La dahlia es una planta bulbosa con llamativas flores que aparecen desde mediados de primavera hasta las primeras heladas. Se cultiva al exterior, preferentemente a pleno sol, y puede ubicarse en la tierra o en macetas. El origen de su nombre se encuentra en apellido del botánico sueco Anders Dahl, aunque es originaria de México, donde los aztecas ya la utlizaban como decoración en las fiestas.

Ubícala en un lugar con mucho sol, en un sustrato bien drenado, asegurándote de que no se acumule el agua ya que ésto puede producir la podredumbre de los bulbos. Es necesario protegerla de los vientos, o bien tutorarla para evitar que se tumben sus tallos.
Regala abundantemente, en especial los días calurosos.
Añadí abono rico en materia orgánica antes de su cultivo o durante el invierno, cuando pierde el follaje.
La mejor época de plantación es primavera o a fin de invierno cuando haya pasado el peligro de helada. Al final del otoño, sus hojas tienden a marchitarse, asi que, para conservarla, se poda su parte aérea.  Los bulbos se pueden sacar de la tierra y guardar en un lugar fresco, seco y oscuro, una vez limpios.