La dalia es una planta tuberosa con una larga historia a sus espaldas. Se originaron en América central y del Sur; se introdujeron en Europa a finales del siglo XVIII difundiéndose rápidamente por sus vistosas flores. Hoy existen miles de variedades agrupadas de acuerdo a sus características morfológicas.

La dalia destaca en cualquier jardín o jarrón donde proporcionará muchas satisfacciones.

Los tubérculos deben plantarse en el jardín bien entrada la primavera. Florecerán abundantemente durante el verano y el otoño hasta la primer helada. Los tubérculos deberán retirarse antes de la llegada del invierno, cortando los tallos unos 5cm por encima de los mismos, y almacenándolos en un sitio fresco, entre 5 y 8°C, a resguardo de las heladas, preferiblemente en un cajón con turba molida humedecida.